Hay fechas que se quedan marcadas en el calendario, y julio de 2020 es una de ellas. Fue un tiempo de incertidumbre, de pausa, pero también un tiempo donde el amor demostró ser la fuerza más poderosa de todas. En ese preciso momento, cuando volver a celebrar parecía un sueño lejano, Laura y Jose nos regalaron una lección de valentía y esperanza. Su boda no fue solo una boda; fue la primera que pudimos celebrar después del confinamiento, y se convirtió en un símbolo de que la vida, y el amor, siempre se abren camino.
El escenario no podía ser más evocador: el Restaurante El Burgado, en el corazón de la costa de Buenavista del Norte. Un lugar con la belleza salvaje del océano Atlántico como telón de fondo, perfecto para una historia de amor resiliente y auténtica como la suya. Organizarla fue, sin duda, todo un reto. Cada decisión, cada detalle, fue medido con un cuidado infinito para garantizar no solo un día precioso, sino un entorno seguro donde la única preocupación fuera celebrar su felicidad.
Lo que vivimos ese día fue mucho más que una fiesta. Fue el reencuentro, la emoción a flor de piel en cada mirada y el sonido de las risas que tanto habíamos echado de menos. Cada elemento, desde la decoración que se fundía con el paisaje hasta el mobiliario que creaba rincones acogedores, estaba pensado para enmarcar lo verdaderamente importante: ver a Laura y Jose, radiantes, cumpliendo su sueño contra todo pronóstico.
Laura, Jose, nunca podremos agradeceros lo suficiente vuestra confianza y vuestra determinación. Vuestro «sí, quiero» no solo unió vuestras vidas, sino que nos recordó a todos por qué amamos lo que hacemos. Nos devolvisteis la ilusión y demostrasteis que no hay pandemia que pueda confinar al amor.
Servicio: Wedding Designer
Dj: Airán Afonso
Fotógrafo: Adrián González